SALMO 60 Plegaria pidiendo ayuda contra el enemigo (Sal 108.6–13) Al músico principal; sobre «Lirios». Testimonio. Mictam de David, para enseñar, cuando tuvo guerra contra Aram–Naharaim y contra Aram de Soba, y volvió Joab y destrozó a doce mil de Edom en el valle de la Sal. 60
1Tú, Dios, tú nos has desechado, nos quebrantaste;
te has airado. ¡Vuélvete a nosotros!.
2Hiciste temblar la tierra, la has hendido;
¡sana sus fracturas, porque titubea!.
3Has hecho ver a tu pueblo cosas duras;
nos hiciste beber vino de aturdimiento.
4Has dado a los que te temen bandera
que alcen por causa de la verdad. Selah*
5¡Para que se libren tus amados,
salva con tu diestra y óyeme!.
6Dios ha dicho en su santuario:
«Yo me alegraré repartiré a Siquem.
y mediré el valle de Sucot.
7Mío es Galaad y mío es Manasés;
Efraín es la fortaleza de mi cabeza;
Judá es mi legislador.
8Moab, vasija para lavarme;
sobre Edom echaré mi calzado;
me regocijaré sobre Filistea.»
9¿Quién me llevará a la ciudad fortificada?
¿Quién me llevará hasta Edom?.
10¿No serás tú, Dios, que nos habías desechado
y no salías, Dios, con nuestros ejércitos?.
11Danos socorro contra el enemigo,
porque vana es la ayuda de los hombres.
12Con Dios haremos proezas,
y él aplastará a nuestros enemigos.
Reina Valera 1995 / Reina-Valera 1995 ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 1995. About