Al director musical. Sígase la tonada de «La canción del lagar».[E] Salmo de David. 8
1Oh Señor, soberano nuestro,
¡qué imponente es tu *nombre en toda la tierra!
¡Has puesto tu gloria sobre los cielos!
2Por causa de tus adversarios
has hecho que brote la alabanza[F]
de labios de los pequeñitos y de los niños de pecho,
para silenciar al enemigo y al rebelde.
3Cuando contemplo tus cielos,
obra de tus dedos,
la luna y las estrellas que allí fijaste,
4me pregunto:
«¿Qué es el *hombre, para que en él pienses?
¿Qué es el *ser humano[G], para que lo tomes en cuenta?»
5Pues lo hiciste poco menos que un dios,[H]
y lo coronaste de gloria y de honra:
6lo entronizaste sobre la obra de tus manos,
todo lo sometiste a su dominio;
7todas las ovejas, todos los bueyes,
todos los animales del campo,
8las aves del cielo, los peces del mar,
y todo lo que surca los senderos del mar.
9Oh Señor, soberano nuestro,
¡qué imponente es tu nombre en toda la tierra!
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